Por la pandemia, Laura y Juan tuvieron que aplazar dos veces la fecha de la boda y luego por motivos personales, tuvieron que adelantarla. Si esto no es amor… A pesar de todo, nunca perdieron la ilusión ni la sonrisa y finalmente pudieron celebrarlo el pasado 12 de marzo.
Laura llevaba un sencillo y femenino vestido de Jesús Peiró, zapatos de Flor de asoka y tocado de Anaida y el ramo de Ulilove. Juan, siempre sonriente, con un elegante traje oscuro.
La ceremonia religiosa se celebró en la capilla en una preciosa y soleada mañana de marzo.
Durante la ceremonia, las miradas cómplices y demostraciones de cariño y emoción fueron constantes, como lo habían sido durante todo el largo proceso hasta el día de la boda, según nos comenta Eloísa su wedding planner.
A la salida de la capilla, les esperaban sus invitados y en las fotos se aprecia la alegría del momento.
La decoración con mucho cariño y detalle, la realizó su amiga Paula Arroyo.
A continuación el cocktail y el almuerzo, se celebraron en la Casa de las flores. Una de las comodidades de celebrar la ceremonia en la capilla es que se puede ir andando a la zona de cocktail y no se pierde ni un minuto de un día tan importante en traslados.
Muchísimas gracias a Laura y Juan por compartir con todos nosotros estas fotografías fabulosas realizadas por CrazyLoveShots.
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